martes, 31 de agosto de 2010

Te extraño

Es el último día de Agosto, son las 19:27, faltan unas horas para que llegue Septiembre y quiero que empiece un mes que me ayude a finalizar con todo, a terminar esta historia.


Después de aquellos meses llegó Junio, después de haber realizado mis prácticas en el IES “Ágora” (mi primera experiencia como profe) de la que me llevo un grato recuerdo, de aquellos alumnos (3º ESO) de aquellos profesores, de aquel centro, fue una etapa fantástica.

Yo tenía que terminar mi Trabajo Fin de Máster, tenía que prepararme para la exposición del mismo ante un tribunal, tenía que terminar unos informes para los consultores de Badajoz, terminar cursos de formación, exámenes finales de la escuela de idiomas (english), daba clases particulares, etc. Era un hombre muy ocupado en ese mes pero a pesar de todo siempre sacaba tiempo para verlo, para abrazarlo, para besarlo, para estar con él.

Fue en este mes cuando recibí la carta; del MEC, me había aceptado la beca para irme a aprender inglés, durante 20 días.

Tuve siempre claro el sitio, quería playa, ya que necesito palpar el cambio de estación en mi cuerpo y si me iba a Londres, sería como no desconectar. Ya teníamos elegido la fecha, lugar, avión, etc. Nos íbamos un grupo de amigos, este viaje pintaba bien.

Fueron muchos los día en los que hablé con Iván sobre el viaje, constantemente le decía que le echaría de menos, él me apoyaba en irme, me decía que también me echaría mucho de menos, aunque yo notaba cierto distanciamiento, al principio pensaba que eran paranoyas mias, pero la verdad es que los sms ya no eran los del principio de nuestra relación.

Llegó el momento, quedamos el 6 de Julio, lugar; aparcamientos de Erosky, a las 14:30. La fecha, tres días antes de que me marchara a Malta no fue casualidad, hacíamos cinco meses y estábamos muy ilusionados. Estuvimos comiendo en el Burger King, otra vez aquella comida, pero nos daba igual, él había llegado tarde para ir a buscar un restaurante o algo que se le pareciera y el calor que hacía nos hizo elegir de nuevo aquel lugar cómodo y fresco.

Tras la comida fuimos de compras, quería comprarme un pijama y unos piratas. Entramos en Zara y al probarme los piratas en el probador no me pude resistir, lo besé con todas mis fuerzas, nos abrazamos con todo el amor posible. El destino se empeñaría en que fuese nuestra última tarde. Como era de esperar, me compré los piratas, aunque fue un regalo suyo: “Te lo regalo yo, para que en Malta te acuerde de mi”…en ese momento me dio un vuelco el corazón, no sé porqué, pero me dio la sensación que me lo regalaba porque ya no volveríamos a vernos, fue una sensación rara, pero fiable.

Finalmente tras habernos visto todas las tiendas, nos bajamos a los aparcamientos, allí me despediría de él, en mi coche, abrazándole, diciéndole y recordándole que lo echaría mucho de menos, aunque esa frialdad que sentí día anteriores por el móvil, apareció de nuevo.

Ya en Malta, todo cambió, yo intentaba mandarle sms siempre que podía, llamarlo cuándo podía, no es que fueran escusas, pero allí el ritmo era frenético, clases, excursiones, fiestas, etc. La primera semana tuvimos un contacto normal, se veía que nos echábamos de menos, le conté todo lo bien que me lo estaba pasando y lo que me hubiera gustado que él pudiese haber venido conmigo. La segunda semana fue el principio del fin, maldita frase, era miércoles, discutimos, no nos entendíamos, yo estaba confuso, él no me daba toques, era como si la relación se congelase, hablamos durante largo tiempo para aclara todo aquel malentendido que había sido causado por mi culpa, por celos de no tenerlo cerca. Pasamos de llamarnos a cada instante, a tener un contacto mínimo por las circunstancias del lugar, estaba deseando volver a España para abrazarle, pero no pudo ser.

Dos días antes de volverme a España, todo terminó, una llamada a las 15;30; “Manu, esto no está como antes, todo ha cambiado, lo dejamos” Era como una pesadilla, todo lo que había soñado desapareció, todos los planes de irnos de vacaciones a mi regreso se habían esfumado, todo había acabado.
Ese día en Malta, no podía pensar que había pasado, trataba de buscar el motivo de la ruptura pero no lo encontraba, él me decía que había sido por una serie de circunstancias, al parecer, yo no había sido valíente y en eso le doy la razón. Me explico, él le contó a toda su familia que estaba saliendo conmigo y que estaba muy muy bien, en cambio yo no se lo conté a nadie, mi relación con Iván era mia y de él, al menos hasta mi viaje a Malta, ya que después nos iríamos de vacaciones los dos juntos y sería difícil manterne en secreto aquella historia. ¿Pero acaso eso es motivo de una ruptura tan drásticas? Tan sólo llevabamos cinco meses, quizás tenía miedo de apresurarme a contar esta bonita historia que me estaba pasando, el caso es que al parecer eso no le sentó muy bien.

No le encontraba explicación ¿que pudo pasar por su cabeza para cambiar de sentimientos tan rápidamente?. No lo sé y nunca lo sabré, quedamos en vernos el domingo nada más llegar a España, pero no tuve coraje de enfrentarme a la situación de que me dijera a la cara; "Todo a terminado". Así que decidí llamarle, ese mismo domingo 1 de Agosto me quedó claro todo, no volveríamos a vernos, la causa; desilusión.


Fue una despedida como el de las pelis de Antena3, inesperado, da la sensación que el guionista se cansó de seguir el film y quiso terminar rápido. Era todo muy confuso, con escasas explicaciones, todo muy lioso. No me hacía a la idea de que ya no lo volvería a ver más asi que días más tardes le dije que bajaría a Cáceres y si lo podía ver para hablar y quedar bien, a lo que él me contesto; "no voy a poder, quizás en otro momentillo"...a pesar de ello no perrdía la esperanza.
Todas la mañanas me conectaba al msng y ahí estaba él, como hablarle, que decirle, recordaba aquellos días en los que entrar en el msg era ir directamente a su estado y comentarle cualquier cosa, cualquier insignificancia pero aquellos días nunca volverían. A pesar de que no pude quedar con él, le mandaba emails preguntándole que tal le iba, sus respuestas eran monosílavos y a veces hasta estúpidas, con lo cual tuve que desisitir en mi intento de arreglar algo, que al parecer ya estaba demasiado destrozado.
Tantas tardes, tantas noches, tantos días, pensaba que aquella persona con la que viví todo, tendría el valor de quedar conmigo, hablar y decirme a la cara su problema , solo quería una despedida, sé que en el amor nada es eterno pero ¿acaso era tan complicado quedar para hablar?. Creo que sí, porque no volvimos a vernos, aquella tarde de compras de aquel 6 de Julio fue la última, porque el destino, la situación, la cobardía, se empeñó en que así fuera.



Ahora, un mes más tarde de todo aquello, me encuentro más delgado, pero me gusta, me siento más centrado, con los pies en la tierra, más seguro de mí mismo, con más ánimo aunque aún siga despertándome a las cuatro de la mañana pensando en él.

Quiero terminar con esta frase “Si has construido un castillo en el aire, no has perdido el tiempo, es allí donde debería estar. Ahora debes construir los cimientos debajo de él.” (G.B. Shaw). Creo que explica de forma sencilla lo que me surgió, construí un castillo en aire, de esos que no tienen cimientos sóldios y a la mínima se desploma...


Gracias a todos que hayáis leido esta bonita historia...

1 comentario:

  1. También se pueden hacer castillos en el suelo y que luego se los lleve el mar.
    El caso es volver a empezar... y volver a olvidar que no pones los cimientos.

    ResponderEliminar